Las horas vacías (2018)
Francisco Catalá
Pocas actividades resultan más inútiles que intentar describir una poesía encadenando otras palabras. Estarán condenadas a fracasar inevitablemente. Un sinsentido mayor, si cabe, es tratar de describir imágenes con letras. Como podría ocurrir al anunciar este romance visual que el fotógrafo Francisco Catalá nos ha preparado.
Mejor leamos estas luces pausadamente y reconozcámonos en silencio, en sus fotografías. Pues son mensajeras de algo que poco a poco nos empeñamos en apartar, cargados de quehaceres improductivos para lo verdadero.
Ahora, aquí y ahora nos tomamos un momento y disfrutamos de “Las horas vacías”. Seamos breves, lo que interesa es sumergirse en el libro.Quizá el fotógrafo ha interiorizado su particular visión. Ha regado con tanto mimo su imaginario que le es propicio, o más bien ineludible, expresarse a través de retales de luz. Y tal vez crea un sugerente vaivén de imágenes, que hilvana delicadamente para contar un algo de la nada. Para impresionar esos momentos sin contenido, aunque luminosos y fundamentales.
El fotógrafo no puede ordenar al componer si no es capaz de reconocer el desorden. Y descubre que esos tiempos de pausa, esas horas huecas, dan sentido a su vida y por extensión solidaria, a nuestras vidas.
Resuelve amablemente que esos tiempos son tan importantes como el desorden al orden que procura para su visión. Reconoce enseguida que no existen reglas para crear poesía escrita, y ninguna para un poema visual. Pero genera un equilibrio ordenado de luces, unos recuadros alumbrados para aproximar al ojo ese pulso sugerente que impregnará el pensamiento del observador.
Aquí y ahora, nos dejamos llevar. Descansamos en lo mundano. Vivimos en este precioso sueño de Francisco Catalá.
Juan Carlos Juan
Más información y disfrute en: http://www.franciscocatala.com